jueves, 1 de mayo de 2014

Como cada jueves, tenemos el artículo listo. Como ya sabéis, ahora publico desde www.talentolatente.es, la entrada de hoy habla de trabajo y de cómo puedes dejar de trabajar y vivir mejor sin hacerlo, podéis leer el post mejora tu vida dejando de trabajar

Un abrazo,
Tamara

miércoles, 23 de abril de 2014

¡Nuevo curso en Madrid!

¡Próximo curso en Madrid!
Si quieres más información de cómo descubrir tu potencial para que trabaje a tu servicio, pídenos información en info@talentolatente.es
Vamos a sortear una plaza entre todas las personas que lo compartáis en las redes sociales, podrás ver en enlace en nuestra página oficial de Facebook Talento Latente y en Twitter @talentolatente. ¡No pierdas la oportunidad de venir gratis!

jueves, 10 de abril de 2014

¡Soy fan de los niños!


Hace ya algunas semanas que la página web de Talento Latente, está funcionando. Hasta ahora, he estado publicando en las dos plataformas, pero a partir de hoy, pondré un enlace aquí para que los que estáis suscritos o revisáis las publicaciones semanales en este blog, podáis continuar viéndolas. El tema de esta semana trata de que los niños son perfectos, y da una primera aproximación a de qué manera podemos potenciar a nuestros niños y ayudarles a que crezcan sanos emocionalmente.
Podéis verlo completo aquí www.talentolatente.es

Un abrazo,
Tamara

jueves, 3 de abril de 2014

¡Cuidado! Tu cerebro se cree todo lo que dices...


Hoy vamos a hablar de la importancia de nuestras palabras, de cómo nuestro cerebro recibe información en función de cómo y qué decimos. Llevo unos días curioseando en la interacción entre las personas, y me ha sorprendido mucho qué  y cómo nos decimos las cosas. 

Cómo saludamos

Vamos a empezar por el saludo:
· Hola, ¿cómo estás?

a) "Bueno, aquí vamos, tirando" Cuando decimos tirando, no puedo dejar de pensar en algo pesado, en una carga, algo que ralentiza nuestra marcha, nuestro camino. En ocasiones, si le preguntas a la persona que lo ha dicho, la respuesta es que no lleva ningún peso asociado, que es una manera de hablar, sin embargo, con esa manera de hablar, le estamos dando una información a nuestro cerebro, que toma como verdad y actúa en consecuencia.

b) "No me quejo, podría estar peor" Genial si no te quejas, pero lo contrario de quejarse ¿qué es? Agradecer, por ejemplo, ¿cómo quedaría la frase si lo que dijeses fuera algo así como "Muy bien, valoro todo lo que tengo positivo en mi vida"? O algo similar, lo importante aquí es dónde se está poniendo la atención, en el primer caso, hablamos en negativo para decir que estamos bien, mientras que en la segunda opción, lo formulamos en positivo. Me parece importante aclarar que según estudios realizados, la mente no procesa el "no", por tanto, cuando decimos "No me quejo", lo que escucha la mente es "Me quejo". Atención a este concepto, porque a veces nos quejamos de que nos sucede justo lo que habíamos dicho que no queremos, hasta ahora era complicado de entender, y parecía incluso injusto, sin embargo, partiendo de la premisa de que el cerebro no entiende el significado de "no", ahora parece claro el porqué nos suceden aquellas cosas que habíamos dicho que no queríamos. Por tanto, os invito a formular vuestras peticiones, deseos y anhelos en positivo, ya que de esa manera, hablaréis el mismo lenguaje que vuestro cerebro.

c) "No va mal" A mi entender, cuando una cosa no va mal, es que va bien, y porqué no decimos que va bien,  cuál es el motivo por el que nos cuesta reconocer que estamos genial, que las cosas nos van bien, que estamos contentos, que estamos a gusto en nuestros zapatos. 
Podría seguir poniendo ejemplos acerca de cómo nos comunicamos en una conversación frugal, sin embargo, quiero hablaos de más cosas relacionadas con el lenguaje.

Tengo VS Quiero

Me encuentro de manera habitual con que decimos "Tengo que hacer esto", "No tengo más remedio", "No tengo más opciones". Vamos a ir desgranando cada una de ellas, porque a mi entender, hay mucha información en cada una de las frases.

a) "Tengo que hacer ... " Mi pregunta es tienes o quieres, porque me encuentro en muchas ocasiones que cuando hago esta pregunta, la respuesta es no, no, quiero, quiero hacerlo. Genial, si quieres hacerlo, y dices que tienes que hacerlo, se produce una carga negativa en la información, porque lo que "tenemos" que hacer, lo interpretamos como que no tenemos elección, es algo que hay que hacer, pero que nosotros no hemos elegido libremente hacer, y por tanto lo vivimos como una carga. 

b) "No tengo más remedio " Esta podría ser la siguiente respuesta a la pregunta anterior, no tengo más remedio que hacerlo, porque yo que no soy protagonista en mi vida, tengo que hacerlo aunque no quiera. En ese caso, mi pregunta es ¿Qué es lo peor que puede pasar si no lo haces? Y en función de cuál sea tu respuesta a esa pregunta, verás que lo haces porque has decidido hacerlo, ya que las consecuencias de no hacerlo, no te compensan, o por el contrario, puede que te encuentres con que no vas a hacerlo, porque las consecuencias de no hacerlo, te compensan frente a hacerlo sin querer. 

c) "No tengo más opciones" Hace un tiempo escuché  una frase que para mí resulto esclarecedora, me encantaría poder citar el autor, no la he encontrado, porque no me acuerdo de manera literal, me acuerdo del sentido.
Lo que dice es:
-Si tienes al menos 3 opciones, puedes decidir.
-Si tienes 2, estás en un dilema
-Si tienes 1, estás obligado
-Si no tienes, estás muerto. 
Además de esto, Carol, una de mis profesoras me enseño, que cuando ya no tengas más opciones, busca al menos otra más. 
Considero que se vive de manera muy diferente cuando sentimos que somos protagonistas, y por tanto hacemos cosas, aunque no nos gusten demasiado porque lo hemos decidido que preferimos hacerlo a las posibles consecuencias. 

Si te ha gustado lo que has leído, por favor, compártelo y así otras personas podrán definir de otra manera cómo se encuentran y saber si tienen o quieren hacer las cosas.

Mil gracias por leerme,

Un abrazo,
Tamara 

jueves, 27 de marzo de 2014

El tiempo es tuyo, ¡no lo pierdas!


Como ya sabes, soy madre de dos niños maravillosos, trabajo, me divierto, estudio y un largo etcétera. Hasta hace un tiempo, vivía con prisa, corriendo porque no llegaba a recoger a los niños, agobiada porque no me había dado tiempo de terminar mis tareas del día, y con la sensación al acostarme, de no haber hecho nada de lo que había planificado para el día. Ahora la sensación es diferente. Por voluntad propia, me levanto muy temprano para disponer de dos horas en el día para mí, en esas horas, en las que todos duermen, mi familia, mis vecinos, mis amigos, aprovecho para cuidarme, para disfrutar de mi presencia. Me levanto, y lo primero que hago es meditar (algo que no hacía hasta hace poco), después comienzo con un ejercicio de energía, me tomo un té y estudio. De esta manera, me encuentro genial conmigo porque he comenzado ganándole al día, porque he empezado la jornada cuidando a la persona más importante de mi vida, a mi.
Hasta ahora, sentía egoísta cuidarme, consideraba que las cosas que pudiera hacer o sentir no tenían importancia si no suponían un beneficio para otro, en este momento, siento que sólo podré cuidar bien a los demás si comienzo haciéndolo conmigo. Esas dos horas, no suponen un "gasto" de tiempo, suponen la inversión para iniciar un día maravilloso. Otra de las cosas que hago de manera diferente, es que planifico lo que quiero conseguir ese día, con cierta tolerancia, porque así puedo resolver imprevistos, que generalmente suceden, pero ahora no lo vivo como una carga, sino como que todo es perfecto. Si sueles leer mis publicaciones semanales, sabrás a qué me refiero, suceda lo que suceda, es perfecto, porque aunque esté en una situación incómoda, eso me reportará un beneficio. Por tanto, en cuestión de lo que tengo que hacer en el día, si alguna de las cosas que quería hacer, no la he hecho, será porque he hecho otras que en ese momento me parecían más urgentes o más importantes. Lo fundamental, es que cuando llega la noche, y repaso el día, puedo agradecer haber cumplido con mis propósitos porque los había anotado por la mañana, de otra manera, ni siquiera nos acordamos de todo lo que hemos hecho durante el día, y por tanto, no podemos estar contentos con nosotros mismos, ni agradecer aquello que hemos logrado. Hace unas semanas, me propuse resolver algo que llevaba varios días dándome la lata, fue costoso, empleé una gran cantidad de tiempo ese día para hacerlo, porque la madeja estaba más enmarañada de lo que yo pensaba. Al final del día, agradecí haberlo resuelto y todo lo que había aprendido, en mi actitud anterior, simplemente me hubiese quejado de la gran cantidad de tiempo que me había costado resolverlo. 
Hasta hace un tiempo, no me permitía estar en un estado de inactividad, en ocasiones casi ni me permitía descansar, o me sentía culpable si lo hacía. Ahora, disfruto de esos periodos de inactividad porque entiendo que son necesarios para luego poder tener un periodo de productividad consciente. Además, he recuperado unas horas del día que empleaba en distracciones, tales como la televisión, que no me aportaban nada de lo que ahora deseo, sino que me adormecían, incluso dejaba al azar el momento de mi descanso, era habitual que me quedase dormida en el sofá, rendida por el cansancio, ahora cuando tengo sueño o estoy cansada me voy a la cama, para poder descansar. Me daba vergüenza acostarme antes de las 12, ahora disfruto si puedo acostarme a las 10 porque así podré levantarme muy temprano y disfrutar de esas dos horas del inicio de la jornada, esas que son para mí. 
Por tanto, mi día no tiene más horas que antes, la diferencia está en que yo decido qué hacer con mi día, y no el día decide que hacer conmigo. 

¡Os animo a que reviséis de las cosas que hacéis durante el día, cuáles os hacen sentir genial, os dan fuerza y energía, y cuáles hacéis simplemente por costumbre!

Como cada semana, puedes dejar tus comentarios aquí o escribirme un correo, esta semana estrenamos dirección info@talentolatente.es. Si me lees desde el blog de pasitos de gigante, te invito a que visites mi nueva web www.talentolatente.es

Ya sabes, si te gusta lo que lees, compártelo para que otros puedan leerlo.

Mil gracias,
Un abrazo inmenso,
Tamara

jueves, 20 de marzo de 2014

Eres un fórmula 1, ¡y vas a medio gas!




La maquinaria de la que estás compuesto, es maravillosa. Eres un fórmula 1 totalmente equipado, pero ¿conoces realmente tu equipación, tu cilindradada, el número de marchas que tiene montado tu motor? Vamos a imaginar algo más, quieres que un perito realice una valoración de tu vehículo, así que coges el teléfono y le llamas:
-Hola buenos días, quería que me hiciesen una peritación del vehículo.
-Perfecto, dígame qué marca es.
-Sí, la marca es Ferrari
-¿De qué año es?
- De marzo del 65.
-¿Qué motor lleva?
- No sé
-¿Cuántas marchas?
- No sé
- ¿Cuánto consume?
- No sé, le echo gasolina cuando me parece.
Y así continua el vendedor haciendo preguntas que el propietario no puede contestar, porque no lo sabe, ni siquiera se lo planteó...
-¿Tiene alguna avería o algún fallo?
-Uff, si yo te contara, la verdad es que tiene muchas cositas, un arañazo en el capó delantero, el intermitente de atrás a veces parpadea más despacio, una mancha en la tapicería, la verdad es que está fatal.

En determinadas ocasiones es así como vendemos las cosas (y a nosotros mismos), no conocemos toda la potencialidad, pero lo que sí sabemos, y además enfatizamos son los puntos débiles.

Nosotros somos Fórmula 1, y en muchos casos, de las 7 marchas que tiene el coche, no hemos probado nada más que 3. De la misma manera que no nos planteamos vender un coche sin conocer sus características ¿cómo puede ser que no nos conozcamos a nosotros mismos?

Como en muchos casos, desconocemos cuáles son nuestras potencialidades, talentos, etc. no los utilizamos, están igual de dormidos que la 5ª marcha del fórmula 1.

¿Vas a descubrir cuántas marchas tienes?
¿Vas a seguir a medio gas? 

Como siempre, puedes publicar los comentarios en la página, que actualizo a diario.
Si te ha gustado, te agradecería que lo compartieses en las redes sociales.
Deseo que tengas un día maravilloso.

Un abrazo,
Tamara

Fuente imagen: blog.20minutos.com

jueves, 13 de marzo de 2014

¿Cómo actuar ante los estímulos externos?


Me encuentro en un momento de producción creativa, estoy preparando varias cositas, que en breve os pondré explicar, y hoy lo que quiero contaos es una reflexión inducida por mi amiga la bloguera Marisa Campillo, en su blog, la entrada se llama Qué es la infoxicación y cómo evitarla. Al leerlo, me di cuenta de que estoy sometida continuamente a inputs del exterior con exceso de información
Como explicaba en el post Claves para ser felices, esta vez necesitaba hacer lo mismo que hago antes de cruzar la calle. Parar, observar y actuar. Algunos ya sabéis que este fin de semana he decidido hacer una desintoxicación mediática, apagué el móvil el viernes por la noche y no lo encendí hasta el lunes por la mañana, no encendí el ordenador ni ningún artilugio informante durante todo el fin de semana. 
Me he sentido genial, no he tenido necesidad de conectarme, y cuando en algún momento me acordaba del teléfono, del correo, de facebook, etc. pensaba, ¡no hay nada que no pueda esperar al lunes! Efectivamente, el lunes lo encendí y no había habido ninguna catástrofe, algún que otro whatassp, el correo por gestionar, y poco más. 
Lo que he descubierto, es que para poder crear, a veces necesitas ojear cosas relacionadas con lo que quieres hacer, porque como decía Edward de Bono, se genera pensamiento lateral, te aportan inspiración, etc. Sin embargo, en este momento, que sé muy bien qué es lo que quiero generar, los estímulos externos, llegan a molestarme porque me distraen de ese lugar en el que estoy fluyendo, estoy creando de una manera natural... 
Teniendo esto en cuenta, estoy realizando determinadas modificaciones en mis comportamientos habituales, tales como que pongo el teléfono en silencio y en ocasiones ni lo saco del bolso, para poder dedicar el tiempo que quiero a esa tarea de creación. Por tanto, ahora le dedico momentos muy concretos del día a revisar el correo, mirar las redes sociales, etc. 
Según mi filosofía de vida actual, como yo soy la responsable de la misma, también me responsabilizo de qué impacto generan los estímulos en mi. Ya hace varios meses que no veo la televisión, y verla encendida me produce una ligera sensación de malestar, porque aunque yo antes la veía un rato por la noche, me parece un elemento que ayuda a doblegar voluntades, todo el tiempo que estás enchufado delante de ella, no estás pensando en tu vida ni que quieres hacer con ella, por tanto estás dentro del mundo que otros han preparado para el gran público.
Por tanto, yo voy a decidir cuáles son los estímulos mediáticos que dejo penetrar en mi vida y en qué momentos del día. Me consta que algunos de mis amigos, han visto la iniciativa de apagón al móvil durante 48 horas como algo apetecible. Os animo a todos a que decidáis que información llega a vosotros y cuál no traspasa vuestra piel.

Os deseo un día maravilloso.
Si os ha gustado la publicación, me encantaría que la compartieseis con aquellos a los que pueda interesarle.

Si queréis hacer comentarios, los contesto a diario.

¡Mil gracias por estar ahí! ¡Sois uno de mis motores!