jueves, 3 de abril de 2014

¡Cuidado! Tu cerebro se cree todo lo que dices...


Hoy vamos a hablar de la importancia de nuestras palabras, de cómo nuestro cerebro recibe información en función de cómo y qué decimos. Llevo unos días curioseando en la interacción entre las personas, y me ha sorprendido mucho qué  y cómo nos decimos las cosas. 

Cómo saludamos

Vamos a empezar por el saludo:
· Hola, ¿cómo estás?

a) "Bueno, aquí vamos, tirando" Cuando decimos tirando, no puedo dejar de pensar en algo pesado, en una carga, algo que ralentiza nuestra marcha, nuestro camino. En ocasiones, si le preguntas a la persona que lo ha dicho, la respuesta es que no lleva ningún peso asociado, que es una manera de hablar, sin embargo, con esa manera de hablar, le estamos dando una información a nuestro cerebro, que toma como verdad y actúa en consecuencia.

b) "No me quejo, podría estar peor" Genial si no te quejas, pero lo contrario de quejarse ¿qué es? Agradecer, por ejemplo, ¿cómo quedaría la frase si lo que dijeses fuera algo así como "Muy bien, valoro todo lo que tengo positivo en mi vida"? O algo similar, lo importante aquí es dónde se está poniendo la atención, en el primer caso, hablamos en negativo para decir que estamos bien, mientras que en la segunda opción, lo formulamos en positivo. Me parece importante aclarar que según estudios realizados, la mente no procesa el "no", por tanto, cuando decimos "No me quejo", lo que escucha la mente es "Me quejo". Atención a este concepto, porque a veces nos quejamos de que nos sucede justo lo que habíamos dicho que no queremos, hasta ahora era complicado de entender, y parecía incluso injusto, sin embargo, partiendo de la premisa de que el cerebro no entiende el significado de "no", ahora parece claro el porqué nos suceden aquellas cosas que habíamos dicho que no queríamos. Por tanto, os invito a formular vuestras peticiones, deseos y anhelos en positivo, ya que de esa manera, hablaréis el mismo lenguaje que vuestro cerebro.

c) "No va mal" A mi entender, cuando una cosa no va mal, es que va bien, y porqué no decimos que va bien,  cuál es el motivo por el que nos cuesta reconocer que estamos genial, que las cosas nos van bien, que estamos contentos, que estamos a gusto en nuestros zapatos. 
Podría seguir poniendo ejemplos acerca de cómo nos comunicamos en una conversación frugal, sin embargo, quiero hablaos de más cosas relacionadas con el lenguaje.

Tengo VS Quiero

Me encuentro de manera habitual con que decimos "Tengo que hacer esto", "No tengo más remedio", "No tengo más opciones". Vamos a ir desgranando cada una de ellas, porque a mi entender, hay mucha información en cada una de las frases.

a) "Tengo que hacer ... " Mi pregunta es tienes o quieres, porque me encuentro en muchas ocasiones que cuando hago esta pregunta, la respuesta es no, no, quiero, quiero hacerlo. Genial, si quieres hacerlo, y dices que tienes que hacerlo, se produce una carga negativa en la información, porque lo que "tenemos" que hacer, lo interpretamos como que no tenemos elección, es algo que hay que hacer, pero que nosotros no hemos elegido libremente hacer, y por tanto lo vivimos como una carga. 

b) "No tengo más remedio " Esta podría ser la siguiente respuesta a la pregunta anterior, no tengo más remedio que hacerlo, porque yo que no soy protagonista en mi vida, tengo que hacerlo aunque no quiera. En ese caso, mi pregunta es ¿Qué es lo peor que puede pasar si no lo haces? Y en función de cuál sea tu respuesta a esa pregunta, verás que lo haces porque has decidido hacerlo, ya que las consecuencias de no hacerlo, no te compensan, o por el contrario, puede que te encuentres con que no vas a hacerlo, porque las consecuencias de no hacerlo, te compensan frente a hacerlo sin querer. 

c) "No tengo más opciones" Hace un tiempo escuché  una frase que para mí resulto esclarecedora, me encantaría poder citar el autor, no la he encontrado, porque no me acuerdo de manera literal, me acuerdo del sentido.
Lo que dice es:
-Si tienes al menos 3 opciones, puedes decidir.
-Si tienes 2, estás en un dilema
-Si tienes 1, estás obligado
-Si no tienes, estás muerto. 
Además de esto, Carol, una de mis profesoras me enseño, que cuando ya no tengas más opciones, busca al menos otra más. 
Considero que se vive de manera muy diferente cuando sentimos que somos protagonistas, y por tanto hacemos cosas, aunque no nos gusten demasiado porque lo hemos decidido que preferimos hacerlo a las posibles consecuencias. 

Si te ha gustado lo que has leído, por favor, compártelo y así otras personas podrán definir de otra manera cómo se encuentran y saber si tienen o quieren hacer las cosas.

Mil gracias por leerme,

Un abrazo,
Tamara 

1 comentario: